GAMBIA, la sonrisa de Africa.
Llegué a Gambia sabiendo que su capital es Banjul que la moneda local es el Dalasi, la religión es en mayoría musulmana "light", que hay diversas etnias (Mandinga, Fulá, Wólof etc.) que el clima es tropical y poco mas.
Pronto pude comprobar para mi disgusto que para ciertos países, Gambia es un destino de turismo sexual.
El primer día de estancia en la zona de Senegambia en Kotú playa, llamé a Abdulai (00220 991 05 17) para que me hiciera de guía. El es un gambiano que ha vivido en España, que tiene 3 esposas y 17 hijos y que es muy divertido y cariñoso. Terminamos en su casa viendo un partido de la selección española en un televisor que a duras penas se mantenía encendido gracias a un pequeño generador a gasoleo. Aprovecho para contaros que en este pequeño país no hay luz eléctrica en las casas y apenas hay carreteras. El asfalto está hecho con conchas y caracolas trituradas.
Nos adentramos por una pista de arcilla roja en dirección al sur para asistir a la fiesta de "los circuncidados". Los muchachos de etnia Fulá que han sido circuncidados en ese años pasan a ser hombres guerreros en medio de una vorágine de cánticos, bailes, pólvora y comida. Se sacrifican las mejores cabras para la ocasión y por primera vez, en mi primer día en Gambia pude comprobar que son realmente hospitalarios. Me acogieron como una más de ellos, me adoptaron y me pusieron el nombre de MAE SONCO.
Los niños no podían o no querían recordar nuestros nombre y nos llamaban al grito de "tubab" que significa "blanco".
Este poblado hace frontera con La Casamance de Senegal donde encontramos un fuerte dispositivo militar que nos impidió pasar a su país. Al final, los soldados también se unieron a la fiesta y hasta se dejaron fotografiar (cosa no muy común).
Al día siguiente salimos en el jeep con destino a Lamin Lodge. Una vez allí subimos en un bote para recorrer los manglares por eternos laberintos de agua, vegetación y niños nadando.
Al final del laberinto encontramos la playa donde aprovechamos para comer unas langostas recién pescadas, asadas a la brasa. Recomiendo el marisco de Gambia a todo el mundo.
Después de una siesta en la playa, subimos de nuevo a un jeep para recorrer unos cuatro o cinco kilómetros de playa a toda velocidad sobre la arena mojada por las olas, salpicando agua y recibiendo el viento y el sol.
Al final de este trayecto encontramos la vibrante playa de Tangi. Era la hora en que los barcos de pesca de bajura vuelven con las capturas del día. Las mujeres se acercan a las embarcaciones con grandes cubos que llenan de pescado y portan sobre su cabeza hasta el pequeño mercado donde se vende o se sala para su conservación.
Esa noche al terminar nuestro paseo, fuimos al hotel, tomamos un agradable baño en la piscina y salimos a cenar a un restaurante a pie de playa llamado Kunta Kinte. Os recuerdo que el famoso esclavo de la serie de televisión Raíces fue una persona real que nació en 1750 en el poblado de Juffure en Gambia. La cena que fue estupenda consistió en un plato de pez Mantequilla con salsa domodo (de cacahuete) y acompañado por unas gambas recién cogidas.
Después de la rica cena y la sobremesa en la orilla de la playa bajo la luz de la luna, quisimos un poco de marcha y la encontramos en la calle Senegambia. Es la única zona donde hay algunos bares, tiendas de tabaco, mercadillo y ambiente de copas. Yo no tomo alcohol pero ví que la gente que tomaba cubatas, llevaba su petaca de wisky. Según me dijeron, no es facil de encontrar fuera de los hoteles y además es muy caro.
Tras otra noche cálida con el aire acondicionado puesto, amaneció otro soleado día y con el cuerpo alimentado por un buen desayuno, salimos a alimentar los sentidos.
Nuestra primera visita de la mañana fue a Banjúl,Museo Nacional y el Arco 22 que con sus 35 metros es el edificio más alto del país. Por supuesto que subimos al famoso arco y vimos una linda panorámica de la ciudad.
Terminamos la mañana con un paseo por el Albert Market. Este mercado hay que verlo y olerlo. El colorido no se puede describir...tiendas de batiks, telas, sardinas y fruta, están arremolinadas en calle llenas de gente comerciando y regateando sus compras.
A comer a "La taberna del Nota"
Luis El Nota es un español que vive en Gambia hace bastantes años. Tiene un restaurante donde lo mismo te cambia dinero que te da una buena comida pero lo mejor es que Luis mantiene escolarizados a varias decenas de niños, dándoles un bocadillo para que vayan al colegio y con la ayuda de los españoles que le visitamos, compra sacos de arroz para paliar la pobreza de algunos de sus pupilos. Si vais a Gambia os ruego que contribuyáis con Luis y le podéis pedir que os lleve a la escuela de los niños donde os cantaran canciones africanas y os colmarán de abrazos y sonrisas. ¡Bendito Luis!
Aprovechamos la tarde para ir a Katchicali, laguna con cocodrilos sagrados en absoluta libertad. Es muy impresionante verte rodeada de estos pequeños "lagartos", poder acercarte a ellos sin miedo e incluso tocarlos. Es una experiencia inolvidable¡¡¡
Amaneció con un sol de justicia y decidimos cruzar el río Gambia en un barco cargado de gente y de mercancías hasta el infinito. El río se cruza en la desembocadura por lo que es muy ancho y entre subir, cruzar y bajar se nos fueron casi dos horas. Pero no fueron perdidas ya que nos mezclamos con la gente hasta el punto que una madre que no podía con la carga y con el niño, me lo entregó para que lo llevara yo hasta Senegal; lo que hice encantada y a su manera como vereis.
Una vez en Senegal, bajaron nuestro jeep del barco y emprendimos la marcha para un pequeño safari fotográfico. No es una selva, es mas bien un parque natural con algunos animales de la sabána africana, eso si, en absoluta libertad. Yo me acerque mucho a los rinocerontes y creedme que pasé bastante miedo porque escuchaba su respiración y solo eso, ya me imponía respeto.
Unas jirafas salieron tímidas a nuestro encuentro, pero no había ninguno de los "grandes" de centroáfrica. Me consta que río arriba hay hipopótamos y estos son los animales más peligrosos para el hombre. Causan mas muertes que los leones o elefantes.
El día siguiente lo dedicamos a visitar el parque de Bujilo, reserva natural plagada de monos a los que les gusta el chupa chups y que si te ven comida o bebida son capaces de quitártela antes de que te des cuenta.
En esta reserva también pudimos coger mangos y comerlos junto al árbol, de la manera tradicional gambiana, es decir sin cuchillo ni protocolo, como mi padre se comía el melón en su huerto.
Algo que me resultó muy interesante fue ver las plantaciones de cacahuetes. Yo no sabía que los frutos están bajo tierra como las patatas y tampoco sabía que el anacardo es la semilla a modo de rabito que tiene un fruto del tamaño de una naranja. Un fruto da un solo anacardo.
Aunque quizás lo que mas me llamó la atención fueron los enormes termiteros llenos de laberintos construidos por millones de hormigas.
Para terminar cenamos en el restaurante The Taylor, también a la orilla del mar y con una cocina que quita el sentido.
Los últimos días que pasamos en Gambia, decidimos decansar en las estupendas playas, pescar con un lugareño y asistir a alguna fiesta que las propias camareras del hotel tuvieron la amabilidad de organizar en sus propias casas para nosotros.
TIPS de interés:
-Idioma: casi todo el mundo habla inglés.
-Seguridad: es un país bastante seguro ya que las penas por delitos son muy elevadas.
-Transporte: Taxi pero siempre pactando el precio antes.
-Llevar insecticida para la habitación y antimosquítos, es imprescindible.
-Existe el regateo pero no olvidar que unos céntimos para ellos puede ser la cena del día.
-Llevar ropa y calzado que podais regalar antes de venir a España. Lo necesitan.
¡¡¡ ABARAKA Y BUEN VIAJE !!!
Esa noche al terminar nuestro paseo, fuimos al hotel, tomamos un agradable baño en la piscina y salimos a cenar a un restaurante a pie de playa llamado Kunta Kinte. Os recuerdo que el famoso esclavo de la serie de televisión Raíces fue una persona real que nació en 1750 en el poblado de Juffure en Gambia. La cena que fue estupenda consistió en un plato de pez Mantequilla con salsa domodo (de cacahuete) y acompañado por unas gambas recién cogidas.
Después de la rica cena y la sobremesa en la orilla de la playa bajo la luz de la luna, quisimos un poco de marcha y la encontramos en la calle Senegambia. Es la única zona donde hay algunos bares, tiendas de tabaco, mercadillo y ambiente de copas. Yo no tomo alcohol pero ví que la gente que tomaba cubatas, llevaba su petaca de wisky. Según me dijeron, no es facil de encontrar fuera de los hoteles y además es muy caro.
Tras otra noche cálida con el aire acondicionado puesto, amaneció otro soleado día y con el cuerpo alimentado por un buen desayuno, salimos a alimentar los sentidos.
Nuestra primera visita de la mañana fue a Banjúl,Museo Nacional y el Arco 22 que con sus 35 metros es el edificio más alto del país. Por supuesto que subimos al famoso arco y vimos una linda panorámica de la ciudad.
Terminamos la mañana con un paseo por el Albert Market. Este mercado hay que verlo y olerlo. El colorido no se puede describir...tiendas de batiks, telas, sardinas y fruta, están arremolinadas en calle llenas de gente comerciando y regateando sus compras.
A comer a "La taberna del Nota"
Luis El Nota es un español que vive en Gambia hace bastantes años. Tiene un restaurante donde lo mismo te cambia dinero que te da una buena comida pero lo mejor es que Luis mantiene escolarizados a varias decenas de niños, dándoles un bocadillo para que vayan al colegio y con la ayuda de los españoles que le visitamos, compra sacos de arroz para paliar la pobreza de algunos de sus pupilos. Si vais a Gambia os ruego que contribuyáis con Luis y le podéis pedir que os lleve a la escuela de los niños donde os cantaran canciones africanas y os colmarán de abrazos y sonrisas. ¡Bendito Luis!
Aprovechamos la tarde para ir a Katchicali, laguna con cocodrilos sagrados en absoluta libertad. Es muy impresionante verte rodeada de estos pequeños "lagartos", poder acercarte a ellos sin miedo e incluso tocarlos. Es una experiencia inolvidable¡¡¡
Amaneció con un sol de justicia y decidimos cruzar el río Gambia en un barco cargado de gente y de mercancías hasta el infinito. El río se cruza en la desembocadura por lo que es muy ancho y entre subir, cruzar y bajar se nos fueron casi dos horas. Pero no fueron perdidas ya que nos mezclamos con la gente hasta el punto que una madre que no podía con la carga y con el niño, me lo entregó para que lo llevara yo hasta Senegal; lo que hice encantada y a su manera como vereis.
Una vez en Senegal, bajaron nuestro jeep del barco y emprendimos la marcha para un pequeño safari fotográfico. No es una selva, es mas bien un parque natural con algunos animales de la sabána africana, eso si, en absoluta libertad. Yo me acerque mucho a los rinocerontes y creedme que pasé bastante miedo porque escuchaba su respiración y solo eso, ya me imponía respeto.
Unas jirafas salieron tímidas a nuestro encuentro, pero no había ninguno de los "grandes" de centroáfrica. Me consta que río arriba hay hipopótamos y estos son los animales más peligrosos para el hombre. Causan mas muertes que los leones o elefantes.
El día siguiente lo dedicamos a visitar el parque de Bujilo, reserva natural plagada de monos a los que les gusta el chupa chups y que si te ven comida o bebida son capaces de quitártela antes de que te des cuenta.
En esta reserva también pudimos coger mangos y comerlos junto al árbol, de la manera tradicional gambiana, es decir sin cuchillo ni protocolo, como mi padre se comía el melón en su huerto.
Algo que me resultó muy interesante fue ver las plantaciones de cacahuetes. Yo no sabía que los frutos están bajo tierra como las patatas y tampoco sabía que el anacardo es la semilla a modo de rabito que tiene un fruto del tamaño de una naranja. Un fruto da un solo anacardo.
Aunque quizás lo que mas me llamó la atención fueron los enormes termiteros llenos de laberintos construidos por millones de hormigas.
Para terminar cenamos en el restaurante The Taylor, también a la orilla del mar y con una cocina que quita el sentido.
Los últimos días que pasamos en Gambia, decidimos decansar en las estupendas playas, pescar con un lugareño y asistir a alguna fiesta que las propias camareras del hotel tuvieron la amabilidad de organizar en sus propias casas para nosotros.
TIPS de interés:
-Idioma: casi todo el mundo habla inglés.
-Seguridad: es un país bastante seguro ya que las penas por delitos son muy elevadas.
-Transporte: Taxi pero siempre pactando el precio antes.
-Llevar insecticida para la habitación y antimosquítos, es imprescindible.
-Existe el regateo pero no olvidar que unos céntimos para ellos puede ser la cena del día.
-Llevar ropa y calzado que podais regalar antes de venir a España. Lo necesitan.
Los mejores mangos y los mejores anacardos que he comido nunca¡¡¡
ResponderEliminarHola Maite, muy interesante tu blog!
ResponderEliminarNosotros viajamos a Gambia en un mes y estoy mirando el tema de cómo movernos por ahí y los guias. ¿vosotros fuisteis todo con taxis que contratasteis ahí? he leido que cogiseis keep para ir a Sengal, ¿lo cogisteis con conductor? Muchas Gracias!
Nosotros viajamos en 2013 a la Casamance y allí encontramos una expedición de españoles (españolas casi todas) que conseguían compaginar trabajos altruistas con turismo sexual, una combinación que nos pareció extraña pero que allí al parecer es normal. Tenían una o.n.g. y llevaban mujeres de mediana edad o algo más para conocer y relacionarse con los jóvenes hombres senegaleses que las acompañaban a todas partes. Prácticamente cada española tenía su senegalés, ella 50 él 20 o 25. La alicantina que al parecer promueve o coordina estos viajes es una mujer encantadora pero no es capaz de distinguir la prostitución de las relaciones libres, viaja todos los años incluso varias veces para disfrutar de los hombres jóvenes y guapos, difunde estos viajes entre sus amistades (alguna amiga la acompañaba) pero no parece notar que el sexo a cambio de dinero es prostitución y que eso no cambia aunque el pago se disimule como por otros servicios que son inexistentes o irrelevantes. ANDRES MARTINEZ
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